Debemos respetar los días posteriores a cada vacuna sin bañar al cachorro, porque es posible que se produzca cierta reacción febril tras la vacunación lo que no aconseja el baño. La frecuencia del baño dependerá del criterio del propietario siempre que no sea abusiva y que se utilice un champú específico para perros. Aunque no existe consenso con respecto a lo que se considera frecuencia abusiva, nuestro criterio es no superar dos veces por semana.

Utilizando champú para perros, con el agua a unos 37ºC. y secándolo bien, primero con toalla y después con un secador para evitar que quede pelo mojado que le podría ocasionar problemas de salud.

Si. Es conveniente utilizar una toallita húmeda ( como las de los bebés) u otras específicas para ese uso o incluso gasas humedecidas en líquidos cerulolíticos (que disuelven la cera). La toallita o gasa se envuelve en el dedo meñique y lo introducimos en el canal auditivo sin forzar frotando suavemente para retirar las suciedad y secreciones.

Tras el baño es importante dejar los oidos bien secos para evitar otitis.

Si el animal no gasta las uñas andando, éstas pueden crecer demasiado e impedir un correcto apoyo del pie o mano. Si esto ocurre debemos cortárselas con el instrumento adecuado y respetando la raíz, que es la zona más rosada, que sangraría y al animal le dolería si la cortásemos. Los espolones deben ser cortados con frecuencia ya que no se gastan al no apoyarlos en el suelo y pueden crecer hasta clavarse en el propio dedo.

A los cachorros primero les salen los diente de leche que se le irán cayendo hasta que sobre los seis o siete meses completan la dentadura definitiva. Por ello es posible que alguna vez el animal tenga las encías doloridas y muestre dificultad para masticar o que incluso le veamos sangre en la boca, siendo todo ello normal en un cachorro. En ocasiones, los dientes definitivos salen sin que antes se hayan caído los de leche. Esto ocurre, sobre todo, con los colmillos . En estos casos es aconsejable extraer los de leche para evitar que los definitivos erupciones en dirección anómala, que se acumulen restos de comida entre los dos, etc.

Es el periodo del ciclo sexual en el que las hembras son fértiles y aceptan el macho.

El celo es precedido por un tiempo de sangrado vaginal que puede durar de pocos días a dos semanas y en el que la hembra no suele aceptar al macho, si bien éste se siente ya atraído por la hembra . Durante este sangrado la perra tampoco es fértil todavía. Cuando desaparece la sangre, la hembra entra en el celo propiamente dicho o estro durante el cual, el animal ya es fértil y se dejará montar por el “pretendiente”.

No. Sólo responden sexualmente ante hembras en celo.

Depende del tamaño de la raza. En razas pequeñas suelen salir antes del año de vida. En razas grandes antes del año y medio.

En los últimos años se han venido publicando artículos científicos que informan de una mayor propensión de las perras a varias patologías desde articulares a alérgicas si la esterilización se realiza muy precozmente. Es por esto que últimamente se opta por dejar tener un primer celo o dos en caso de hembras de razas grandes. Esta práctica disminuirá también la probabilidad de incontinencia urinaria

Se aconseja esperar a que el animal esté físicamente desarrollado del todo: esto suele ocurrir en el segundo celo. Por otra parte no es bueno cruzarlas por primera vez después de los cinco años.

Actualmente se desaconsejan los métodos farmacológicos por los efectos indeseables de estos tratamientos hormonales en la fisiologia de las hembras y por las patologias que pueden acabar induciendo.

Quirúrgicos: consiste en la extirpación de ovarios , ovarios y útero o en ligaduras de trompas.

Depende, también, del tamaño de la raza y, en general, un poco después que las hembras. Las razas pequeñas entorno al año y las grandes sobre el año y medio.